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¿Cuántos kilómetros puede tener un coche? Esta una de las preguntas que más nos hacemos, sobre todo, a la hora de comprar un coche de segunda mano. Y es que los kilómetros que tiene un vehículo pueden indicarnos el uso que se le ha dado siendo así crucial determinar cuál es el límite de kilómetros que debe tener a la hora de comprarlo.

El caso es que no hay una respuesta tipo. Como en todo, en mecánica, tampoco la ciencia es exacta, aunque si puede ser aproximada si tenemos en cuenta factores y deducciones que pueden revelar aspectos clave sobre un vehículo, en este sentido.

Lo primero que debemos saber es que el kilometraje máximo de un vehículo tampoco es exacto ya que incluso puede variar dependiendo de modelos y marcas. Sólo algunos análisis realizados han podido determinar que un coche puede soportar hasta 320.000 kilómetros. Sin embargo, en la historia de la mecánica ya han sobrepasado algunos vehículos dicha cifra.

Por eso, antes de comprar un coche, puedes tener en cuenta algunos factores y conductas que van a influir e incluso determinar cuántos kilómetros más podrá estar en circulación un determinado vehículo.

Kilómetros y años de vida

Si además de los kilómetros que tiene un coche sabemos el año en el que un vehículo se pone en circulación, el dato puede pasar a ser relevante.

En este sentido, el número de kilómetros que recorre un vehículo al año nos indica la intensidad de uso del mismo. No es lo mismo un coche con más 60.000 km al año que uno que sólo haya recorrido menos de 15.000 km en el mismo periodo. La intensidad de uso puede ser aquí, por tanto, un dato esclarecedor sobre la vida útil restante del vehículo en cuestión.

Las revisiones

Si determinar el uso que ha tenido un coche puede ser determinante, más importante aún es el mantenimiento al que dicho vehículo ha sido sometido durante su etapa en circulación.

De ahí la importancia de las revisiones para conocer e ir corrigiendo posibles problemas de motor, transmisión, frenos… Una pequeña avería no detectada a tiempo puede conllevar consecuencias muy graves haciendo que el vehículo pierda, incluso, gran parte de su vida útil.

Dejar el mantenimiento periódico de tu coche en manos de profesionales  es, por tanto, fundamental para el bienestar del vehículo y la seguridad de sus ocupantes.

Hábitos de conducción

Un mal hábito de conducción es también uno de los factores que influyen en la duración de un coche. Nunca será positiva una conducción agresiva ya que los elementos del vehículo son sometidos a un esfuerzo extra, contribuyendo a un mayor desgaste de los mismos y a daños prematuros.

Acelerones constantes, marchas inadecuadas, frenazos o una velocidad excesiva en terrenos inapropiados pueden ser determinantes para tener que cambiar de coche antes de lo previsto.

 

Todos estos factores nos ayudarán a conocer el estado de un vehículo antes de su compra pero, si realmente quieres quedarte tranquilo, nada mejor que tu taller de confianza para determinar con una simple revisión sus condiciones de entrega.

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